SNAP: qué debe saber sobre los nuevos requisitos
ATLANTA, Georgia (AP) - Tras un perturbador cierre de gobierno en Estados Unidos, la asistencia alimentaria federal vuelve a llegar a los hogares de bajos ingresos. Sin embargo, en los próximos meses, muchos beneficiarios tendrán que cumplir los nuevos requisitos laborales.
El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés) proporciona beneficios mensuales —con un promedio de alrededor de 190 dólares por persona— a aproximadamente 42 millones de personas en todo el país. Durante las primeras semanas de noviembre, muchos de esos beneficiarios no recibieron sus asignaciones habituales mientras el gobierno del presidente Donald Trump disputaba en los tribunales la opción de recurrir a las reservas para financiar la iniciativa durante el cierre del gobierno.

A continuación, lo que debe saber sobre el SNAP:
Las prestaciones vuelven a estar disponibles en todo el país
En la primera parte del mes, la situación fue caótica después de que el gobierno federal dijese que el SNAP se quedaría sin financiamiento debido al cierre del gobierno.
Algunos estados recargaron total o parcialmente las tarjetas electrónicas de los beneficiarios con sus propios recursos o fondos federales contemplados en órdenes judiciales. Pero otros no hicieron nada.
La mayoría de los gobiernos estatales reforzaron las organizaciones benéficas de alimentos, pero las filas eran largas y algunos estantes estaban vacíos.
Tan pronto como el gobierno reabrió el 12 de noviembre, muchos estados se apresuraron a repartir las prestaciones.
Para el martes, todos habían cargado ya la ayuda correspondiente a todo el mes de noviembre en las tarjetas de gasto de los beneficiarios o estaban trabajando en ello, según una revisión de The Associated Press. En diciembre, deberían recibir las ayudas según su calendario habitual.
Más beneficiarios tendrán que cumplir requisitos laborales
Una ley fiscal y de gasto masiva promulgada por Trump en julio amplió los requisitos para que muchos de los beneficiarios adultos de SNAP trabajen, hagan voluntariado o participen en capacitaciones laborales durante al menos 80 horas al mes. Quienes no lo hagan se verán limitados a tres meses de prestaciones en un período de tres años.
Hasta ahora, los requisitos laborales se aplicaban a adultos de entre 18 y 54 años que son física y mentalmente capaces y no tienen a personas dependientes a su cargo. La nueva ley los amplía a las personas de entre 55 y 64 años y a padres sin hijos menores de 14 años. Además, revoca las exenciones laborales para personas sin hogar, veteranos y adultos jóvenes que abandonan el sistema de acogida, y limita la capacidad de los estados para eximir del cumplimiento de estos requisitos en zonas con poco empleo.
La Casa Blanca no aplicó los requerimientos laborales en noviembre, pero el plazo de tres meses para recibir prestaciones de SNAP sin trabajar entrará en vigor en diciembre.
Se espera que los nuevos requisitos reduzcan el promedio mensual de beneficiarios del programa en alrededor de 2.4 millones de personas en los próximos 10 años, de acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Secretaria de Agricultura siembra dudas sobre SNAP
Tras el cierre, la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, cuyo departamento administra el SNAP, ha puesto en duda el programa. Rollins afirmó que está plagado de fraudes, incluyendo fallecidos que continúan recibiendo prestaciones y beneficiarios que reciben múltiples ayudas.
La secretaria sugirió que todos los que reciben el SNAP tengan que volver a solicitarlo. Pero no quedó claro si sugería una nueva medida o se refería a la ya existente, que obliga a los usuarios a certificar sus ingresos y otros datos de forma periódica.
Un portavoz del Departamento de Agricultura no lo aclaró, pero señaló en un comunicado que los procesos estándar de recertificación de los hogares son parte de un plan para eliminar el fraude, los abusos y el despilfarro.
Según la ley federal, la mayoría de los hogares deben reportar sus ingresos e información básica cada cuatro a seis meses y volver a pasar todo el proceso de certificación al menos una vez al año. La recertificación completa puede darse cada 24 meses en los hogares donde todos los adultos tienen al menos 60 años o hay personas con discapacidad.
Pero los estados pueden requerir verificaciones más frecuentes. El año pasado, 27 estados solicitaron que al menos algunos hogares fueran completamente verificados cada cuatro a seis meses, dependiendo de sus circunstancias, según un informe del departamento.
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