Trump presiona a los republicanos para poner fin al cierre de gobierno más largo de la historia

Publicado: 5 nov 2025, 16:15 GMT-6|Actualizado: hace 5 horas

WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump presionó el miércoles a los senadores republicanos para poner fin al cierre de gobierno, que ya se convirtió en el más largo en la historia del país, culpando al estancamiento de la derrota del partido en las contiendas electorales del día anterior. Los resultados de los comicios, por su parte envalentonaron a los demócratas que se preparaban para una lucha.

Trump, cuyo primer mandato en la Casa Blanca estableció el récord anterior para un cierre gubernamental, dijo que este fue un “gran factor, negativo” en las contiendas del martes. Reiteró sus demandas para que los republicanos eliminen las tácticas de obstruccionismo en el Senado como una vía para reabrir el gobierno, algo que los senadores se han negado a hacer.

Impulsados por sus victorias electorales, los demócratas también endurecieron su postura. La cúpula del partido señaló que es hora de que Trump se tome en serio la negociación para poner fin al estancamiento. Exigieron que deje de estar al margen y se reúna con los líderes legislativos para resolver el problema de los subsidios de atención médica en torno a los cuales gira el debate.

“Los resultados electorales deberían ser una clara señal de advertencia para Donald Trump de que debe reunirse con nosotros para poner fin a esta crisis”, dijo el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Ahora en su día 36, el cierre y sus impactos se han profundizado a nivel nacional. Los cierres federales están alterando la vida de millones de estadounidenses con recortes a programas, retrasos en vuelos y trabajadores que buscan la forma de salir adelante sin un salario. Las autoridades han advertido que se avecina lo peor, como un caos en los cielos del país si el cierre se prolonga hasta la próxima semana y los controladores de tráfico aéreo pierden otro cheque.

Las elecciones traen un punto de inflexión

Había grandes expectativas de que el estancamiento llegara a su fin una vez que se contabilizaran los resultados de unas elecciones que eran consideradas en gran medida como un indicador de cómo se siente los votantes con el segundo mandato de Trump.

Pero las demandas de Trump del miércoles para que los republicanos pongan fin a las tácticas dilatorias como una vía para reabrir el gobierno complicaron una situación de por sí desafiante.

“Es hora de que los republicanos hagan lo que tienen que hacer, y eso es terminar con el filibusterismo”, declaró Trump el miércoles durante un desayuno con senadores republicanos en la Casa Blanca.

El mandatario presionó para poner fin a una regla del Senado que requiere un umbral de 60 votos para lograr la mayoría legislativa, como una forma de pasar por encima de la minoría demócrata en lo referente al cierre y aprobar además una larga lista de prioridades del Partido Republicano. Los republicanos cuentan actualmente con una mayoría de 53-47 en el Senado, y los demócratas han podido bloquear iniciativas para financiar al gobierno, votando más de una docena de veces en contra de la medida.

“Debemos reabrir el gobierno pronto”, dijo Trump a los senadores.

Es probable que los senadores republicanos hagan caso omiso a ese plan, pero podría incitarlos a llegar a un acuerdo con los demócratas.

Trump establece otro récord para un cierre de gobierno

A pesar de que Trump se ha mantenido al margen del debate sobre el cierre, y en su lugar ha cumplido con una gruesa agenda de viajes y eventos internacionales, incluso hacia su finca de Mar-a-Lago en Florida, las conversaciones se han intensificado entre una coalición informal de senadores centristas que intentan negociar el fin del estancamiento.

Trump se ha negado a negociar con los demócratas sus demandas para salvar subsidios médicos que están por expirar hasta que acepten una reapertura del gobierno. Pero los demócratas escépticos cuestionan si el mandatario cumplirá su palabra, especialmente después de que el gobierno restringió el financiamiento al programa de asistencia alimentaria SNAP a pesar de que existen órdenes judiciales para garantizar que los fondos estén disponibles para evitar que millones de estadounidenses pasen hambre.

El enfoque de Trump ante este cierre contrasta notablemente con su primer mandato, cuando el gobierno estuvo cerrado parcialmente durante 35 días debido a su exigencia de fondos para construir un muro en la frontera con México. Entonces se reunió públicamente y negoció con los líderes del Congreso, pero al no poder conseguir los fondos, cedió en 2019.

Esta vez, no sólo es Trump quien se niega a participar en las conversaciones. Los líderes del Congreso están en un punto muerto y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson envió a los legisladores a casa en septiembre después de que aprobaron su propio proyecto de financiamiento, negándose a seguir dialogando.

Un “triste hito”, dijo Johnson el miércoles en conferencia de prensa. Restó importancia a las derrotas electorales del partido y aseguró que espera con ansias los comicios legislativos de 2026, que serán un mejor reflejo del mandato de Trump.

Mientras tanto, la ayuda alimentaria, los fondos para el cuidado infantil y muchos otros servicios gubernamentales están interrumpidos y cientos de miles de trabajadores federales han sido suspendidos o deben trabajar sin goce de sueldo.

“¿Podemos ponerle fin a esto ahora?“, expresó el líder de la mayoría en el Senado, el republicano John Thune, al concluir el desayuno en la Casa Blanca. “¿Los estadounidenses no han sufrido lo suficiente?”.

Thune también destacó que no hay apoyo en el Senado para cambiar el filibusterismo . “No va a suceder”, dijo.

Senadores buscan un posible acuerdo

La clave para cualquier desenlace serán una serie de acuerdos que no sólo deberán contar con el respaldo del Senado, sino también de la Cámara de Representantes y la Casa Blanca, lo que no es nada seguro en Washington.

En primer lugar, senadores de ambos partidos, en particular los poderosos miembros de la Comisión de Asignaciones del Senado, están presionando para garantizar que el proceso normal de financiamiento gubernamental en el Congreso pueda volver a encarrilarse.

Entre los objetivos está garantizar las próximas votaciones sobre un paquete más pequeño de proyectos de ley donde ya hay un amplio acuerdo bipartidista para financiar diversos aspectos del gobierno, como programas agrícolas y obras militares en bases.

“Sin duda, creo que el paquete de tres proyectos de ley está preparado para hacer muchas cosas buenas para el pueblo estadounidense”, apuntó la senadora republicana, Katie Britt, quien también ha participado en las conversaciones.

Los gastos en salud se disparan para millones

Lo más complicado es que un número sustancial de senadores quiere también alguna resolución acerca del estancamiento sobre el financiamiento para los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible que se tiene previsto que expiren a final de año.

Con la llegada de las notificaciones de las primas del seguro, millones de estadounidenses se están llevando una desagradable sorpresa al ver cómo se disparan los precios. Se prevé que la pérdida de los subsidios federales, que se implementaron durante la pandemia del COVID-19 y se conceden en forma de créditos fiscales, haga que muchos no puedan permitirse el seguro de salud.

Los republicanos son reacios a financiar tal como está el programa de atención médica, también conocido como Obamacare, pero se espera encontrar terreno en común con los demócratas tome tiempo, si es que lo logran.

Como parte de cualquier acuerdo para reabrir el gobierno, Thune ha prometido a los demócratas al menos una votación sobre su propuesta sanitaria, en una fecha determinada. Pero eso no es suficiente para algunos senadores, que ven el estancamiento en materia de atención médica como parte de sus preocupaciones más amplias acerca del rumbo que lleva el país bajo las riendas de Trump.